Dos corralones que nacieron con la misma idea: hacer las cosas bien, con buena onda, precios justos y soluciones reales para la gente de nuestra zona.

Arrancamos en Chajarí, con esfuerzo y mucha garra. Con el tiempo sumamos la sucursal en Mocoretá, llevando la misma energía, compromiso y trato cercano que nos caracteriza desde el primer día.

Nos importa ganarnos al cliente, no solo venderle. Sabemos que cada persona que entra a nuestro negocio está construyendo algo importante: su casa, su proyecto, su futuro. Por eso acompañamos, escuchamos y buscamos lo mejor, siempre.

No somos el típico corralón. Somos parte del barrio, del pueblo, de tu obra. Y cada día trabajamos para estar a la altura de tu confianza.